Juan García Gutiérrez. Fue un gran padre y un buen cristiano.
Por José Luis Pantoja Vallejo - Cronista Oficial de la Villa de Lopera.
Aunque ya hace algunos años del fallecimiento del loperano Juan García Gutiérrez, no pasa ni un día sin que sea recordado por sus familiares y amigos pues ante todo, era una buena persona, trabajadora y que se desvivía por el bienestar de su familia. Juan nació en el seno de una familia de comerciantes, su padre Julio García Sánchez y su madre María Luisa Gutiérrez García. Fue el segundo de tres hermanos y a lo largo se su vida se dedicó en cuerpo y alma a su familia. Sus primeros trabajos fueron en el Servicio Nacional del Trigo, después en el año 1944 montó su ferretería en la calle Feria, un espacio que durante varias décadas fue lugar de encuentro para muchos loperanos y allí estuvo trabajando hasta el día de su jubilación. La guerra Civil la pasó en Jaén capital. De vuelta ya en Lopera contrajo matrimonio con la mujer de su vida, Antonia Bruna Herrador, fruto del mismo nacieron cinco hijos, Maria Luisa, Julio, Maria Josefa, Antonio y Juan María. Dentro de sus aficiones le gustaba el fútbol, los toros, el cuidado de sus canarios, pasear y charlar con sus amigos a la sombra de la iglesia de la plaza. Fue un gran colaborador del Cronista Oficial, en la recuperación de la historia y las tradiciones de Lopera. Cuando cerraba la tienda se dedicaba al cuidando de sus rosales y claveles que le gustaba regalar a sus amigos y que también llevaba al cuadro de la Virgen del Perpetuo Socorro, que hay en la Iglesia parroquial, por la cual sentían gran devoción tanto él como su esposa; devoción que hoy continúan sus hijos. Juan ante todo fue un gran padre y un gran abuelo, pues sentía gran pasión por sus 16 nietos, con los que les gustaba pasar largos ratos de charlas y juegos. Fue un hombre muy querido y respetado en el pueblo, amigo de sus amigos. Su persona siempre estará presente como un grato recuerdo en los corazones de los suyos.
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