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José Luis Pantoja Vallejo

Manuel Castillo Cámara. Fue memoria viva de la historia de Lopera del siglo XX

Manuel Castillo Cámara. Fue memoria viva de la historia de Lopera del siglo XX

Por José Luis Pantoja Vallejo - Cronista Oficial de la Villa de Lopera

El pasado 11 de junio se cumplía el primer aniversario de la muerte de Manuel Castillo Cámara. El recuerdo vivo de este entrañable loperano  sigue muy presente en sus familiares, amigos y vecinos de Lopera. Manuel Castillo fue un hombre con gran sensibilidad y con una memoria prodigiosa, pues era una enciclopedia andante de todo lo que había sucedido en el devenir histórico de Lopera a lo largo del pasado siglo XX. A lo largo de su vida se dedicó a la agricultura en general y en particular al cultivo de sus olivos en los pagos del Caño, Vereda del Cortijillo, el Puente y carretera Madrid. Fue el menor de dos hermanos, sus padres fueron Juan Manuel Castillo Herrador guarda-jardinero del Paseo de Colón y Francisca Cámara Merino. Durante la Contienda Civil Española fue sargento con el gobierno de la Republica y participó en las batallas de la Sierra de la Camuña (Alcalá la Real) y Sierra Trapera en Extremadura. Después de la guerra civil se casó en primeras nupcias con Eduarda Teruel Alcalá y fruto de cuya unión nacieron dos retoños, Francisca y Faustina, en el siguiente parto fallecía su primera esposa. Poco después se casó con Encarnación Uceda Morales, con la que compartió su vida hasta el final de sus días. Sus ratos libres además de dedicárselos a su familia, los pasaba delante de su antigua enciclopedia pues le encantaba leer y saber de todo y también tenía pasión por las matemáticas. Fue un gran colaborador en la recuperación de la historia de Lopera, pues de todo sabía y nada se le resistía y en particular también gracias él se pudieron recuperar las canciones del carnaval de la II Republica, las cuales a pesar de ser un hombre de aspecto serio las entonaba muy bien. Fue un hombre muy ordenado, paciente y le encantaba dar paseos a lo largo del popular Paseo de Colón con sus amigos y departir sobre cualquier aspecto del pasado de Lopera.  Su vida estuvo marcada por ser un hombre que se desvivía por su familia y  tenía gran devoción por sus 8 nietos con los que les gustaba pasar buenos ratos. Se fue al otro mundo sin quejarse,  su memoria permanecerá siempre viva en el recuerdo más íntimo de todos sus descendientes.

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