Cuatro casos en los que tuvo que intervenir el Tribunal de la Santa Inquisición en la Villa de Lopera en 1564
Por José Luis Pantoja Vallejo - Cronista Oficial de la Villa de Lopera
El 17 de septiembre de 1564 el Tribunal de Córdoba envía a la Suprema una relación de las causas que se han visto en el citado Tribunal y las penitencias que se impusieron en la visita efectuada en Andújar y otros lugares, entre los cuales se incluye la villa de Lopera. Las personas que fueron acusadas y juzgadas levemente por el Tribunal de la Santa Inquisición en nuestra villa fueron las siguientes:
Juan Bueno, era labrador, porque casándole su padre con Isabel Fernández, no le dio lo que el quería y con aquel enojo dijo: “descreo de Dios, perdóneme él”. Fue penitenciado con una multa de 1.500 maravedíes y la obligación de hacer celebrar tres misas.
Catalina Ruiz mujer de Antón Jurado el viejo porque dijo: “en este mundo no me veas mal pasar, que en el otro no me verás mal penar”, se confeso espontáneamente, manifestando en el proceso “que no sabía que era pecado”. Por este delito se le penitenció con ayuno y oraciones y una multa de 750 maravedíes.
Bartolomé de Burgos casado con María García, era trabajador y fue penitenciado porque hablando con su criada dijo “no creo en Dios” y porque hubo poco escándalo se le penitenció con que mandara decir una misa por el estado de la iglesia y 407 maravedíes de multa.
Cristóbal Ruiz Hidalgo, era trabajador, porque dijo: “en este mundo no me veas mal pasar, que en el otro no me verás mal penar” se confeso espontáneamente y se le impuso por el Tribunal sólo decir una misa rezada entre semana.
Fuente: García Boix, R. "Documentos para la Historia de la Inquisición de Córdoba"
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