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José Luis Pantoja Vallejo

Los otros usos de las bombas de la Guerra Civil en Lopera

Los otros usos de las bombas de la Guerra Civil en Lopera

Por José Luis Pantoja Vallejo - Cronista Oficial de la Villa de Lopera

La aparición de nuevas bombas en el término municipal de Lopera, exige un llamamiento de atención a los vecinos sobre cual debe ser la actuación pertinente de quienes las encuentren. En este caso indicar que cuando alguien encuentre cualquier artefacto procedente de la Guerra Civil, no debe manipularlo bajo ningún pretexto sino comunicar la localización del mismo inmediatamente a las autoridades (Guardia Civil o Policía Local) las cuales a su vez se encargaran de dar un radio del hallazgo a sus superiores para que manden al lugar el cuerpo especial del TEDAX y las desactiven. En la última semana se ha vuelto a producir algo que es ya tan habitual por estas fechas en la localidad, y es que coincidiendo con las últimas labores agrícolas y con las recientes lluvias se han hallado varias bombas en el año que se conmemora el 70 aniversario del estallido de la Guerra Civil Española. Como tales vestigios, en Lopera es posible destacar que se han encontrado en los últimos años numerosas bombas, proyectiles, balas, morteros, granada de mano, etc. Son el legado más violento que nos dejó aquel combate fraticida, que en el caso de Lopera incluso ha dejado secuelas en vecinos por el manipulado de las mismas, la última data del año 1990. Otros casos son aquellos en los que las bombas encontradas estuvieran ya desactivadas o en parte destruidas y por tanto carecen de peligrosidad y algunos vecinos les han dado otros usos más pacíficos para convertirlas en meros adornos para sus casas (ceniceros, floreros, pisapapeles, lámparas, llaveros, colgantes etc.). Así es el caso de Francisco Valenzuela Haro que tiene en su domicilio sito en la calle Alfonso Orti, 8, dos restos de proyectiles desactivados reconvertidos en sendos floreros que mantiene de sus padres José Valenzuela García y Lucia Haro Martínez y aunque en algunas ocasiones su mujer se ha querido deshacer de ellos, él los mantiene como un testimonio más de la guerra y como parte del legado que sus padres le dejaron. O el caso de la familia Merino-Valenzuela que conserva en el arranque de la vieja escalera de su antiguo taller mecánico una granada de piña republicana, como un legado de su padre Juan Merino que vivió muy de cerca la batalla de Lopera. Otras familias llegan a utilizar la espoleta desactivada de las propias bombas tras limpiarla como pisapapeles o incluso para atrancar las puertas de entrada de las casas. Por último hay familias como la de José Huertas de la Torre que en su domicilio de la calle Sor Ángela de la Cruz, 43, conserva un proyectil intacto pero desactivado, el mismo lo encontró hace unos años en el pago de la Viña Morente y dice que ahora “lo conservo como un adorno decorativo colgado en un soporte en el patio de mi casa”.

 

En definitiva, el pueblo de Lopera y sus habitantes, siguen ligados tras 70 años a la guerra civil a través de los vestigios que se conservan como son las trincheras, nidos de ametralladoras, búnkers, polvorines, observatorios y otro artefactos que afloran en la superficie de la tierra como es el caso de las bombas, proyectiles, morteros, granadas de mano, etc. No hay que olvidar que concretamente en los días de la contienda de la Batalla de Lopera del 27 al 29 de diciembre de 1936 se arrojaron varias miles de ellas y muchas no llegaron a explosionar (las cuales están apareciendo año tras año en el término de Lopera) y aún encierran peligro puesto que su carga se encuentra intacta y cabe la posibilidad de que puedan explotar si alguna persona las manipulase.

 

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