ROMANCE DEL MILAGRO QUE OBRÓ LA VIRGEN DE LA CABEZA EN EL AÑO 1748. Publicado en el número 30 de la Revista Mirando al Santuario
Relieve de la Virgen de la Cabeza en madera del siglo XVIII
Por José Luis Pantoja Vallejo
Foto ampliada:1
El romance, también llamado con otras designaciones como pliego de cordel o suelto, es una obra efímera debido a la escasa cantidad de hojas que contiene (por los general, dos o cuatro), en la que se divulgan contenidos muy diversos (martirios, milagros, castigos divinos, oraciones…) que incluyen varios poemas, de diversos temas. Su bajo precio, así como la facilidad para su circulación, hicieron del romance un método idóneo de difusión cultural entre las clases menos pudientes de la sociedad. Este es el caso del romance que nos ocupa bajo el título de NUEVO, Y CURIOSO ROMANCE, DONDE SE DA quenta como Christo Señor nuestro, vestido de Passion se aparecio a dos pastorcillas, queriendo dar fin al mundo por lo muy ofendido que se halla de los pecadores, les dio dos velas encendidas para que las apagassen : y antes que las tomassen baxo Nuestra Señora de la Cabeza, y alcanzo el perdon de su Santissimo Hijo : Sucedió media legua de su Santa Casa en este año de 1748. Este romance que hemos estudiado y recuperado es nuestra aportación al número 30 de la revista señera de la Virgen de la Cabeza, Mirando al Santuario. Del mismo se ha conservado en los fondos de la Biblioteca Digital de Valencia, una edición del año 1748 impresa en la Imprenta de Cosme Granja de Valencia. Desde el punto de vista formal nos encontramos ante un romance que consiste en una serie indefinida de versos octosílabos en el cual los versos pares presentan rima asonante, mientras que los versos impares quedan sueltos. Un Romance del siglo XVIII, más concretamente del año 1748, escrito por el poeta y coplero Pedro Saéz, quién se declara como autor del mismo al finalizar el romance. El mismo está dedicado a Ntra. Sra. de la Cabeza, quien intercede entre lo humano y lo divino para obrar un portentoso milagro. En los versos se recoge la labor milagrosa que lleva a cabo la Virgen de la Cabeza, quien es alabada por los devotos acudiendo cada año a la Romería que en su honor se celebra en Sierra Morena, como muestra de agradecimiento de los milagros acontecidos a través de la manifestación de la alegría del devoto hacia su madre celestial, princesa, como amparo de las almas de los devotos, la que nunca les falla. El milagro de la Virgen es obrado a través de una familia de Andújar, concretamente del humilde labrador Juan Espinosa y sus dos hijas, buenas cristianas que viven en un caserío en plena Sierra Morena. Todo sucedió un 14 de febrero, miércoles por la mañana del año 1748. El hilo narrativo del milagro, gira en torno a la figura del buen labrador padece grandes calenturas y manda a sus hijas a buscar a un mozo que fue a Andújar a comprar el sustento necesario de la semana. A las dos hijas, estando apacentando con su ganado se le presenta Jesucristo vestido de Pasión que descontento por la situación que se vive en todo el mundo de guerras, horror, incertidumbre e incluso falta de fe, de respeto, de ética o moral quiere acabar con el mundo. La Virgen de la Cabeza se aparece arrodillada como intercesora entre lágrimas y súplicas le ruega a Jesucristo que detenga su justa justicia y les conceda el perdón a la humanidad. Jesucristo accede a las suplicas de la Virgen de la Cabeza sanando al labrador y pidiéndole a las hijas del mismo que transmitan todo lo allí sucedido para profesar la fe. En última instancia se nos revela el autor de este romance que es Pedro Sáez quien ensalza la figura de la Virgen de la Cabeza, como nuestra siempre madre protectora. A continuación reproducimos literalmente el romance publicado en Valencia en 1748:
DE NUESTRA SEÑORA DE LA CABEZA
A El Alto Espíritu Santo
suplico me de su gracia
para que pueda contar
la maravilla más rara,
que es cierto, que ha sucedido
en estos Reynos de España.
En la gran Sierra Morena
ay una Imagen, que llaman
la Virgen de la Cabeza,
por todo el Mundo nombrada
por los milagros, que obra
con quantos van a su Casa
y en el tal día de Fiesta,
también van a visitarla
grande número de gente,
y con fervorosas ansias
ciegos, mancos, y tullidos,
que postrados a las plantas
de esta Divina Señora,
Cada uno le demanda
sanidad de sus dolencias,
si es cosa, que a Dios agrada,
y luego se salen fuera
con muy grande vigilancia,
suben en las oliveras,
hasta que la Virgen salga,
y así que las Hermandades,
están todas arregladas
para hacer la procesión,
que siempre es acostumbrada,
Sus Mayordomos gustosos
la sacan sobre las andas,
y así como esta Señora
sale de su Santa Casa,
obra tantas maravillas,
que es cosa que a todos pasma,
pues le da vista a los ciegos,
y a muchos enfermos sana,
a los cojos les da pies,
y a los mancos brazos dava
y entre tantas alegrías
todos le hacen la salva,
a esta Celestial Princesa,
amparo de nuestras almas.
Hecha ya la procesión
se la buelven a su casa,
y ahora noble auditorio
atención a mis palabras:
Cerca de esta Santa Hermita
media legua de distancia,
vive un Labrador honrado,
que Juan Espinosa llaman,
este tal tiene dos hijas
de buen parecer y gracia,
y lo mas que les adorna,
es que son buenas Christianas.
Año cuarenta y ocho
según la historia declara,
a catorce de Febrero,
Miércoles por la mañana,
despertó el buen Labrador,
y reconoció que estava
con muy grandes calenturas,
que todo el cuerpo le gravan,
y viendo que no podía
levantarse de la cama,
le dice a su amada esposa
estas siguientes palabras.
Querida mía, bien sabes
que no ay ningún mozo en casa
porque ayer los embiamos
a Andújar para que traigan,
el sustento necessario
para toda la semana,
harás que vayan tus hijas
a lo hondo de esa rambla
a pacentar el ganado,
oy no más, porque mañana
tengo confianza en Dios
que estarán aquí sin falta.
La muger le dice: Juan
se hará como tú lo mandas,
al instante las Doncellas,
todo su ganado sacan,
y a la rambla lo llevaron
y quando vieron que estavan
las ovejuelas comiendo,
con alegría sobrada,
como mozas se sentaron
a jugar las dos hermanas,
a las chinas, pero cuando
mas descuydadas estavan
oyen una voz que dice:
Pastorcitas muy honradas,
bolvieron la cara y vieron,
un hombre que las llamava
con una Cruz en el ombro,
de madera muy pelada,
y una corona de espinas
en su cabeza clavada,
unos cordeles al cuello,
una tunica morada
y una llaga en su costado,
que agua y sangre le manava.
Metió la mano en su pecho,
y dos velas apagadas
sacó, y dándoles un soplo
las encendió y con voz alta,
y muy sentidas razones,
de aquesta suerte les habla:
Tomad niñas estas velas,
y de un improviso apagarlas,
que quiero dar fin al mundo
porque la hora es llegada.
Se levantan las Doncellas,
y al tiempo de ir a tomarlas
la Gran Reyna de los Cielos
de la Cabeza llamada,
baxó rompiendo los ayres,
de Ángeles acompañada,
diciendo: Hijo querido,
embayna tu fuerte espada,
y poniendose a sus pies
la Virgen arrodillada.
Christo le respondió entonces,
no puede ser, Madre amada
porque el mundo está perdido,
y por ver si se enmendavan
les he embiado estas guerras,
que días ha que ya andan,
hambres, muertes repentinas
y cosechas muy escasas
España, Francia y Saboya,
el Imperio, con la Italia,
la Ungría, y la Moscovia,
los Prusianos, y la Olanda,
Génova, Inglaterra,
y todos puestos en arma
se despedazan los hombres
como si no hicieran nada.
La sangre va por los campos
como quando llueve el agua,
Ay robos que es un horror,
y las deshonras son tantas,
que sino yo, no pudiera
otro ninguno contarlas.
Ay hombres que a sus mugeres
no las estiman en nada,
y ay muger que a su marido
el decoro no le guarda;
ya no dsoctrinan los hijos
como mi Santa Ley manda,
ya los mozos no respetan
de los ancianos las canas,
ay muchas mozas perdidas,
y su madre son la causa,
sin atender al castigo
que en muriendo les aguarda,
sin mirar que en esta Cruz
pasé muerte tan amarga,
solo por sacar al hombre
de cautiverio en que estava,
y supuesto que los hombres,
tan malamente me pagan,
quiero que se acabe el mundo,
y la Virgen Soberana,
vertiendo lágrimas tiernas,
le dice: Hijo del alma,
mira, que estoy de pormedio,
no he de quedar denodada,
detén, detén tu justa justicia,
por tu Pasión Sacrosanta,
por la Corona de espinas
que en tu Cabeza Sagrada
tienes y por los cordeles
de tu Divina garganta
por ese Santo Madero
y por esas cinco Llagas,
por los tres Clavos dichosos
que en tus manos consagradas
y pies clavaron sobervios
aquellas gentes tyranas
que les concedas perdón,
y la Majestad Sagrada
de Jesús Rey de la Gloria,
dice: Madre muy amada,
ya están todos perdonados,
vuestro sagrado les valga.
Levanta dulce embeleso,
levanta fuente de gracia,
espejo de cristal fino
de la Trinidad Sagrada,
y la purísima Virgen
a su Hijo dio las gracias,
y a las Doncellas les dice:
que se vayan a su casa
que ya su padre está bueno,
y juntos los tres se vayan
a la Ciudad, y al Vicario
le cuentan quanto les pasa,
que lo diga en los sermones
porque penitencia hagan,
los Católicos Chritianos
por sus culpas tan pesadas
y si enmendarse no quieren
padecerán con borrascas,
uracanes, terremotos,
calenturas, y tercianas,
con ardientes tabardillos,
y otras diferentes plagas,
y vosotras Religiosas
entraréis, que Dios lo manda,
y les dio para señal
de diamantes, y esmeraldas,
una joya muy costosa,
que en el pecho la llevava.
Al punto fueron a Andújar,
y al Vicario cuenta daban
de este caso referido,
y la joya le entregaran
y en un Convento se entraron
de la Trinidad Sagrada,
donde las dos muy gustosas,
dan a Dios mil alabanzas.
Y el Poeta Pedro Sáez
a todo Christiano encarga,
la devoción de María
de la Cabeza llamada,
que es Madre de pecadores,
y siempre nuestra abogada
aquí su gracia tendremos,
y después la Gloria Santa.
FIN
José Luis Pantoja Vallejo
Dr. en Historia y Cronista Oficial de la Villa de Lopera
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