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José Luis Pantoja Vallejo

Exaltación de la Semana Santa Loperana a cargo de María del Carmen García Alcalá.

Exaltación de la Semana Santa Loperana a cargo de María del Carmen García Alcalá.

Por José Luis Pantoja Vallejo - Cronista Oficial de la Villa de Lopera

Fotos: 1 y 2

Bajo la presidencia del párroco de Lopera Manuel Casado Huertas y con la presencia de la alcaldesa de Lopera Isabel Uceda, los presidentes de las distintas cofradías de pasión y un numeroso público que abarrotaba la Casa de la Tercia, la cofrade de Ntro. Padre Jesús Nazareno María del Carmen García Alcalá abrió el pórtico de la Semana Santa Loperana con la lectura de un emotivo y profundo pregón, que a la postre fue una bella lección de catequesis que caló entre todos los amantes de la semana santa.

La presidenta de la Agrupación Local de Cofradías, Basi Cruz Rosal, fue la encargada de presentar a la pregonera, de la que destacó su profundo amor por la Semana de Pasión loperana. Maria del Carmen García comenzó destacando que su “devoción a Jesús era tan grande que, en mi casa, poco a poco fui contagiando a todos y hoy en día está llena de nazarenos: mi familia, mis amigos, costaleros y costaleras, de los que mis hijos me dicen cariñosamente “mamá somos como una familia” y así me siento cuando estoy rodeada de todos ellos”. Continuó diciendo que “para las cofradías nuestra Semana Santa de Lopera es el esfuerzo y del trabajo de todo un año. Somos Iglesia en camino y nuestros “pasos” son una autentica lección de catequesis y para ello unimos la fe, la devoción y el arte. Sin olvidar el espíritu religioso de estos días que debe ser el reflejo de nuestra propia vida.”. Fue desgranando día a día y paso a paso los distintos momentos de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo aplicándola a la Semana Santa de Lopera, haciendo especial hincapié en el encuentro de María con su hijo en al mañana del viernes santo en la plazoleta de San Roque. En este momento álgido de la semana santa loperana “El Nazareno pronuncia el nombre de su Madre, la busca en esos momentos tan duros y se niega a seguir caminando, necesita ver a su Madre. Y se encuentran. Pero Jesús de Nazaret gira la cabeza porque no puede resistir el dolor de su Madre y Ella desvía la mirada para no ver el desprecio que hacen a su Hijo. Y en el silencio, una saeta, desgarradora, sentida; una oración para Él y otra para Ella.” Finalizó diciendo “El dolor del Viernes Santo se convierte en un Domingo de felicidad y de alegría, DOMINGO DE RESURRECCION. Las santas mujeres que de muy temprano fueron al sepulcro de Jesús para terminar de embalsamar su cadáver, se encontraron con que el sepulcro estaba vacío. Amanece en Lopera una mañana hermosa, radiante, las campanas tocan a gloria. ¡CRISTO HA RESUCITADO! LA VIDA HA VENCIDO A LA MUERTE  Lo hecho, hecho está  ¡Ahí quedó!.


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