Grupo de Loperanos que trabajaron en la Fábrica de Hijos de Daniel Espuny. Lopera 1957
Por José Luis Pantoja Vallejo - Cronista Oficial de la Villa de Lopera
A partir de los años 40 del pasado siglo XX, la Fábrica Cabrera, pasó a manos de Hijos de Daniel Espuny, llegando a funcionar la misma como extractora de aceite de orujo de oliva hasta el año 1977, que cerró definitivamente sus instalaciones. Hoy después de un siglo de vida, sólo quedan testimonialmente su esbelta chimenea y un grupo de palmeras que dan un cierto aire exótico a la entrada de Lopera, su vieja fachada con sus rótulos casi borrados, su inmensa alberca circular donde muchos loperanos aprendieron a nadar y un montón de recuerdos en sus muros. Por sus instalaciones han pasado gran cantidad de generaciones de trabajadores de Lopera, siendo, Vicente Vadillo Cuevas el último de sus maestros. Aqui publicamos uno de los grupos de trabajadores que pasaron por sus instalaciones. Este edificio junto a la era “Barajas”, ha sido durante muchas décadas todo un símbolo de progreso industrial de un pueblo eminentemente agrícola y ha servido para recibir a todos los que accedían por la carretera Comarcal 327 Andújar-Lucena, en dirección Porcuna-Lopera. Hoy en pleno siglo XXI nos quedamos con el sonido inconfundible del “pito” de la chimenea de la fábrica Cabrera, conocido por todos como “La Becerra”, que anunciaba la entrada al trabajo a las 8 de la mañana, a las 13 horas la comida del mediodía, a las 14 horas el cambio de turno y a las 20 horas el final de la jornada, el cual siempre será recordado por todos como el sonido que marcaba el pulso de la vida cotidiana de los loperanos.
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