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José Luis Pantoja Vallejo

Lopera conserva el tallador de mozos para el Servicio Militar del año 1861

Lopera conserva el tallador de mozos para el Servicio Militar del año 1861

Por José Luis Pantoja Vallejo - Cronista Oficial de la Villa de Lopera

Un tallador que ha medido a miles de loperanos llamados a filas durante más de 130 años, que fue realizado en Jaén por Juan Bautista Pérez en el año 1861. En las dependencias del Archivo Histórico Municipal de Lopera se conserva una vieja reliquia  que se utilizó desde 1861 hasta 1999 (último año que se llevó a cabo el alistamiento de reclutas para hacer el servicio militar, fue la quinta del 1982) que servía para tallar los mozos que entraban en quinta. Normalmente era un domingo del mes de febrero o marzo cuando tenía lugar en el ayuntamiento el reconocimiento médico, la talla y peso de los mozos que eran llamados a filas ese año para cumplir con el Servicio Militar. Este día se solía acudir bien vestido, normalmente con chaqueta, para que después te inmortalizara Paco Lara “el Pipi” en la tradicional foto delante de la puerta principal del ayuntamiento o bien en la escalinata de la iglesia. En el acto intervenían el funcionario encargado de quintas, el médico de la localidad y el conserje del ayuntamiento que ayudaba en las tareas de medición y peso. Curiosamente en el medidor que aún se conserva en el archivo de Lopera figura señalado el 1,55 cm. que era la medida mínima para librarse de hacer la mili. También en ese día se podían hacer las alegaciones para librase de hacer el servicio militar ante el responsable del negociado de quintas, entre las que estaban: pies planos, minusvalías físicas (corto de vista, sordera, etc.), hijo de padres sexagenarios, ser el sostén familiar, hijo de viuda pobre etc. Después de la medición y la tradicional foto, había una tradición de hacer pintadas en las fachadas de las casas con polvos de colores que se compraban en casa de Juan el de Julio  y por grupos se solían hacer alguna que otra comilona  a base de un cordero asado y en algunos casos ese día también servía para perder el mozo la virginidad. ¡Que tiempos!   La ley suprimió el servicio militar obligatorio, dando lugar así a un ejército profesional.  

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