Un Taller de Dibujo y Pintura altruista en Lopera
Por José Luis Pantoja Vallejo - Cronista Oficial de la Villa de Lopera
Si todos nos quedamos cruzados de brazos y pensando en la crisis nada cambiaría”. Ese fue el pensamiento que le dio impulso a Julián Gallego Pérez para materializar su idea, un proyecto que comenzó a fraguarse en el mes de agosto. “Quería colaborar con mi pueblo, Lopera, contribuir a la difusión del arte y promover la cultura”, recuerda. Con esas premisas, le expuso a la concejal de Cultura, María del Carmen Torres, su plan. Dar clases de pintura y dibujo a todos los interesados. Sin embargo no se trata de un taller cualquiera, ya que los alumnos no tienen que pagar —lo único que aportan son los lienzos y materiales— y el profesor tampoco recibe emolumento alguno. A cambio, el Ayuntamiento debía ofrecer un lugar para el desarrollo de las clases. Tal y como detalla el director del curso, el “sí” de las autoridades no se hizo esperar. El lugar cedido no “pudo ser mejor”, la Casa de la Tercia, un edificio del siglo XVI, restaurado y en el que estuvo el mismísimo Miguel de Cervantes. Este edificio, según su opinión, es ideal ya que genera un ambiente artístico, al igual que el entorno en el que se alza. El impulsor del taller lo tiene claro, si las clases se ponían en marcha —y lo hicieron el pasado 5 de septiembre— los únicos requisitos serían la gratuidad y el interés de los alumnos. “Para mí es una tarea altruista y mi satisfacción personal es la respuesta que ha tenido. Estoy muy contento y volcado con el desarrollo del curso. Como dice la frase popular, esto es algo que se hace por amor al arte”, señala. Entre los alumnos se cuentan personas con diferentes perfiles: estudiantes, amas de casa, trabajadores... Lo que les une es el placer de aprender a desenvolverse entre pinceles, pinturas y lienzos. No importa la edad, ni los gustos de cada uno, ya que los caracteres se diluyen cuando comienzan las clases, que se imparten tres veces a la semana y con una duración de dos horas. La mayoría de los alumnos llegó sin conocimientos acerca del dibujo y la pintura, pero durante el año que dura el curso seguro que les da la base para poder continuar con sus estudios. Ellos son Francisco Bellido Ruiz, Antonio Corpas Delgado, José Santiago Coca, Miguel Sanz Martínez, Francisco Rivillas Alcalá, Javier Palomino Alférez, Andrés Isasa García, Diego Gutiérrez Herrador, Pilar López Girón, María Eugenia Menor Vacas, Carmen Martos Artero, Manuela Sanz Valenzuela, Clara Melero Hoyo, Luisa Pérez Fernández, Loli García Gómez y Rosario García Rodríguez. El director del taller encontró su afición por la pintura siendo un joven. Según comenta, tuvo la suerte de contar con dos grandes maestros. Se trata de Antonio Solozano y Matías Ruz.
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