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José Luis Pantoja Vallejo

Plano del término municipal de Lopera según el Catastro del Marqués de la Ensenada del año 1751

Plano del término municipal de Lopera según el Catastro del Marqués de la Ensenada del año 1751

Por José Luis Pantoja Vallejo - Cronista Oficial de la Villa de Lopera

El 16 de julio de 1751 se llevaba a cabo en Lopera la recogida de datos para la realización del Catastro del Marqués de la Ensenada y en el mismo se recogía un plano del término municipal de Lopera con sus límites con otras poblaciones de Córdoba y Jaén y que ahora damos a conocer en Cronista de Lopera. Para tener una visión de lo que pretendía dicho Catastro acompañamos la siguiente reseña:

"Tras dos ensayos en el Reino de Murcia en 1745 y el segundo en Guadalajara en 1746, se ordenó por Fernando VI en un Real Decreto de 10 de octubre de 1749 la realización del Catastro de Ensenada entre los años 1750 y 1756 en las 22 provincias de la Corona de Castilla con una inversión de 40 millones de reales, siendo un gran éxito como recopilación de datos, proporcionando interesantísima y detallada información sobre la población y la realidad económica y social de la Corona de Castilla a mediados del siglo XVIII. Su clara finalidad tributaria y recaudadora hizo que los grupos privilegiados reaccionaran duramente contra una reforma fiscal que amenazaba sus ventajosas posiciones. Finalmente el proyecto de Ensenada fracasaría, quedando relegado y contribuyendo a la caída del ministro. Sin embargo sí se ha conservado tanto en el Archivo General de Simancas, como en el Archivo Histórico Provincial de Jaén, cada uno de los Catastros llevados a cabo en todos los  pueblos que conformaban el reino de Jaén. A modo de complemento también hemos tomado los datos de algunas localidades que más tarde se incluyeron en la provincia de Jaén, pero que en el siglo XVIII pertenecían a las provincias de Murcia, Granada, La Mancha y Córdoba, que sin duda son de suma valía para conocer de cerca la realidad tanto económica  como social de mediados del siglo XVIII, pues son muchos los datos que se nos describen en las Respuestas Generales. Los libros que componen el Catastro de Ensenada son los siguientes:

  • Libro de "Autos generales" comprende todas las actuaciones realizadas por la comisión que llevó a cabo el Catastro. Así como la liquidación de los gastos ocasionados. En el de algunos pueblos como es el de Porcuna se recopila también  el vecindario, calle por calle, realizado por la comisión.
  • "Respuestas Generales" son las contestaciones dadas por la comisión al cuestionario que sobre la población se establecía por Real Orden.
  • Libro de "Bienes eclesiásticos" comprende las declaraciones que sobre sus personas, familias, criados, posesiones de fincas, casas animales, censos, regalías, etc, formularon los eclesiásticos en su propio nombre o los que se formularon en representación de instituciones eclesiásticas, conventos, cofradías, iglesias, capellanías, misas cantadas y rezadas, obras pías, instituciones de la Orden de Calatrava: prioratos, encomiendas, alcaidías, etc
  • Libro de "Personal eclesiástico"  en el mismo están recogidas todas las personas eclesiásticas, con los familiares y criados que vivían con ellas. Se formó a partir del anterior.
  • Libro "Maestro de Eclesiásticos" es el que se formó a partir de las declaraciones anteriores, constituye el verdadero catastro, en el que se refleja cada eclesiástico o institución con sus posesiones y cargas.
  • Libro de "Bienes legos", recoge las declaraciones formuladas por todos los vecinos y propietarios forasteros.
  • Libro de "Personal lego" recoge a todas las personas vecinos del pueblo con los miembros de su familia y criados.
  • Libro "Maestro de Legos" se formó a partir de las declaraciones del libro de "Bienes legos" y recoge todos los vecinos y propietarios forasteros con sus posesiones y cargas.

Los defectos de este Catastro están en que hay ocultaciones por tener un objetivo fiscal y también se encuentran datos duplicados.

La forma de realización de este llamado Catastro de Ensenada era bastante curiosa y alentaba a la ocultación. El procedimiento comenzaba con la comunicación a las justicias de la fecha de llegada del Intendente y la Audiencia. Después se convocaba al cura, los alcaldes, uno o dos regidores, el escribano del ayuntamiento y varios vecinos elegidos por éstos como peritos, a los cuales el Intendente podría añadir otros dos peritos de pueblos vecinos. La junta así formada respondía a un interrogatorio de 40 preguntas generales sobre el pueblo, sus producciones, precios de los productos, gastos de producción, etc. Esto constituía las llamadas respuestas generales. El resultado era la nota de valor de las tierras del término municipal, con la cual se calculaba el producto de las parcelas. Finalizadas las respuestas generales se publicaba un bando pidiendo a los vecinos que presentaran declaraciones por escrito y firmadas de todos sus bienes, derechos, rentas y cargas. Estas relaciones eran recogidas por los justicias. Las relaciones eran sometidas a comprobación. Terminados los documentos del catastro de un pueblo era enviado al Intendente de la provincia para elaborar los mapas provinciales. Los problemas españoles de la era moderna, básicamente el llamado "fraude" y la "ocultación", derivados del hecho de no tener un sistema de registro de las trasmisiones inmobiliarias adecuado dando origen a una cantidad enorme de parcelas segregadas de otras originales y no tributando por no encontrarse registradas en el catastro, obligó al gobierno a un enorme esfuerzo económico para la realización de un Catastro integral."

 Tomado del libro PANTOJA VALLEJO, José Luis "Vitivinicultura en la Provincia de Jaén. Siglos XVIII-XX" Diputación Provincial de Jaén, 2009 páginas 74-75

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