Comienza el tradicional acarreo de ramón para la Candelaria.
Por José Luis Pantoja Vallejo - Cronista Oficial de la Villa de Lopera
Ya se percibe en Lopera la Candelaria. Acarreo de ramón, enseres viejos para las lumbres de la candelaria. Como marca la tradición en estos días, los niños de Lopera trabajan de una manera diligente en los preparativos del Día de la Candelaria, que tendrá su momento cumbre en la noche del 1 al 2 de febrero, con la costumbre heredada de padres a hijos de hacer candelas o lumbres por calles o barrios. Así no es de extrañar el encontrar en estos días previos a regueros de niños, como si de hormiguitas se trataran, por el extrarradio de la localidad, acarreando hasta su barrio las ramas de olivo “ramón” que en estos días hay en abundancia en los estacares del término con motivo de la corta y poda del olivo. No importa la distancia donde se encuentren las ramas de olivo, pues provistos de unas cuerdas que atan a las ramas y a su cintura consiguen arrastrarlas hasta incluso kilómetros hasta llegar al montículo que cada barrio tiene. Al caer la noche el “ramón” es custodiado por alguno de los miembros de la candela, con el fin de que no se lo sustraigan miembros de otras candelas. Una estampa pintoresca muy arraigada en la villa de Lopera y que cada año la Casa Municipal de Cultura de Lopera intenta incentivar con la entrega de vales para canjear por lotes de productos de la última matanza loperana para todos los barrios o calles que se inscriban con una candela. Ya en la noche del 1 al 2 de febrero todo el ramón acumulado y los enseres viejos serán pasto de las llamas, mientras se degustan al calor de las candelas los productos de la matanza y se cantan al corro algunas canciones heredadas de sus antepasados.
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