La lluvia no impide que los loperanos se reencuentren con su patrón San Roque.

Por José Luis Pantoja Vallejo - Cronista Oficial de la Villa de Lopera

Culminan la Fiestas Patronales. La lluvia y una tormenta de verano no fueron obstáculos para que San Roque, patrón de Lopera, recorriera las calles de la localidad acompañado de una representación de todas las cofradías de Lopera, las autoridades municipales, la banda de tambores y cornetas de Juan Alcalá, hermanos sanroqueños con sus bandas y medallas, los niños portando las típicas farolas de sandía y devotos en general. Los actos dieron comienzo el día 14 con el tradicional pregón a cargo de la loperana Carmen Galán Castillo, siendo muy aplaudida en su intervención y recibió una placa conmemorativa del XIX pregón al patrón por parte de la cofradía. A continuación el pueblo se volcó en la verbena amenizada por la orquesta las Cinco Venus y todo lo recaudado se destinará para sufragar los gastos de las obras realizadas en la ermita. El día 15 tras el solemne triduo al patrón, tuvo lugar en los salones de Jesús el sorteo para elegir a los nuevos hermanos mayores de cara al año 2011, al mismo se presentaron un total de 12 candidaturas, resultando elegida por sorteo como nueva hermana mayor Juani Bueno. Ya el 16 de agosto día grande de las fiestas a partir de las 12 de la mañana tuvo lugar el repique general de campanas y cohetes, a las 20,30 horas la solemne eucaristía oficiada por el párroco y capellán de la cofradía, Luis Velasco de la Coba cantada por el coro parroquial y con la asistencia de autoridades, presidentes de cofradías y devotos en general, tras la cual se besó la santa reliquia del patrón y se repartieron las típicas roscas del patrón y a continuación se procesionó  bajo la lluvia la imagen del patrón que estrenaba un nuevo sombrero de plata, desde la parroquia hasta su ermita, Al  llegar a su ermita el patrón se vivieron unos momentos de gran emoción y se quemaron unos vistosos fuegos artificiales patrocinados por el ayuntamiento. A continuación San Roque volvió a entrar en su ermita entre una nube de paraguas,  vítores, aplausos.