Paseo Triunfal del Santísimo entre juncias, flores y olor a incienso

Por José Luis Pantoja Vallejo - Cronista Oficial de la Villa de Lopera

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Con la mirada puesta en el cielo ante la amenaza de lluvia, los loperanos se vuelcan con al procesión del Corpus. La tradicional  procesión del Corpus Christi partió a las 12,15 horas de la parroquia tras la santa misa oficiada por el párroco Luis Velasco de la Coba y estuvo acompañada de las autoridades religiosas y civiles, la banda de tambores y cornetas de Juan Alcalá, una representación de cada una de las cofradías de pasión y gloria y medio centenar de niños de primera comunión, junto a sus padres y el pueblo en general. Un paseo triunfal del Santísimo en andas portadas por los padres de los niños de primera comunión por las calles de la localidad repletas de juncia, macetas, flores y banderas y todo el vecindario que se arremolinaba en las esquinas,  altozanos y plazas para ver pasar la santa custodia. A lo largo del recorrido y por turnos, los niños de primera comunión fueron ofreciendo al Santísimo cestos repletos de pétalos de flores las niñas y los niños ramos de claveles blancos. Las madres de los niños acompañan a la santa custodia con mantilla española. Uno de los momentos más intensos de la procesión se vivió a su paso por la calle Corpus, que dada su estrechez une más al Santísimo con los acompañantes en la procesión.  Un profundo olor a juncia y flores, se entremezcla con el incienso, en una tradición muy arraigada en Lopera. Tras la finalización de la procesión los padres hicieron como marca la tradición a los más pequeños los típicos látigos o zurriagos con los restos de las juncias.