El “Encuentro” de Jesús y la Dolorosa punto culminante de la Semana Santa Loperana.

Por José Luis Pantoja Vallejo. Cronista Oficial de la Villa de Lopera

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Las hermandades de Ntro. Padre Jesús Nazareno y la Virgen de los Dolores hicieron su estación de penitencia con la mirada en el cielo ante la posible amenzada de lluvia, que afortunadamente no hizo acto de presencia. Jueves santo de penitencia y silencio en las calles de Lopera. Desde la ermita de Jesús partieron en la tarde del jueves santo para hacer su estación de penitencia las imágenes de Ntro. Padre Jesús Nazareno, obra esculpida en 1939 por el imaginero Gabriel Borras que lucía sus mejores galas con la túnica color guinda bordada en oro en los talleres madrileños de Vicente García que fue sufragada por todo el pueblo a través de una colecta popular. También portaba la imagen la cruz de plata donada por Miguel López e Isabel Ruiz, tras salir ileso el primero de la Guerra de Cuba. Por su parte la Virgen de los Dolores partía después luciendo su hermosura tras haber sido restaurada por José Luis Ojeda Navio. El momento más álgido del jueves santo se vive cuando ambos pasos tras discurrir por distintos recorridos, la virgen por la calle Avda. Andalucía y Ntro. Padre Jesús por San Roque, confluyen ambos en la plaza de San Roque, donde ambas imágenes se aproximan llevadas por sus costaleros ante las miradas y los aplausos de cientos de loperanos que se agolpan para el momento más esperado del encuentro de Jesús con su madre. La tarde loperana cae y sólo se siente las notas de la Asociación Musical “Pedro Morales” y tras discurrir por varias calles, van a volver de nuevo a la Ermita de Jesús donde el pueblo entero espera la entrada de ambas imágenes, una escena que cada año vuelve a repetirse y que en esta año ha contado con un buen número de emigrantes que han vuelto a reencontrarse con los suyos en estos días.