Los tradicionales remates marcan el final de la recolección de la aceituna.
Por José Luis Pantoja Vallejo - Cronista Oficial de la Villa de Lopera
Fiesta y diversión en los tajos. Los “remates” una tradición muy arraigada en torno a la recolección de la aceituna en Lopera. Tras una media de entre 35 y 40 días de aceituna, los loperanos han puesto el punto final a una campaña de la aceituna marcada por la escasez de lluvias. En la misma se han molturado por parte de la Cooperativa “La Loperana”, en torno a los 13 millones de kilos de aceituna y se ha obtenido unos rendimientos grasos medios en torno al 20,2 % y en la Cooperativa “El Desarrollo Loperano” se ha molturado cerca de 3 millones de kilos y se ha obtenido unos rendimientos grasos medios en torno al 21,2 % y se ha culminado como marca la tradición celebrando en estos días los “remates”. Se trata de todo un ritual que ha ido pasando de padres a hijos y que en Lopera es conocida esta antigua y rancia tradición como “echar el pañuelo”. Este peculiar acto festivo, encuadrado dentro del ciclo festivo del invierno, supone la culminación tanto para el dueño, como para el trabajador, de haber finalizado la aceituna. El dueño de la finca invita a los trabajadores al típico “remate”, que consiste en una invitación a productos de la matanza, un arroz y bebidas. Cuando las cosechas son buenas, el remate está prácticamente asegurado, pues en caso de ser malas, el dueño no afronta los gastos derivados de la invitación, la cual corre por cuenta de los aceituneros. El “remate” se suele hacer bien el día de la finalización de la aceituna o al día siguiente, en el mismo participan grandes y pequeños, y se suele hacer en el mismo tajo o en alguna casería o cochera de la finca. En los últimos años se suelen realizar casi todos los “remates” en el Paraje Municipal del Pilar Nuevo, junto a la ermita de San Isidro.
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