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José Luis Pantoja Vallejo

Tres trajes bordados con hilo de oro por la nonagenaria loperana Ángela Uceda para el Niño Jesús.

Tres trajes bordados con hilo de oro por la nonagenaria loperana Ángela Uceda  para el Niño Jesús.

Por José Luis Pantoja Vallejo - Cronista Oficial de la Villa de Lopera

Desde hace 18 años la loperana Ángela Uceda Díaz de 94 años de edad dedica parte de su jornada además de pintar al óleo unos primorosos cuadros de pintura naif, confeccionar muñecas de lana y fieltro, objetos de todo tipo con el reciclado de bolsas de plástico, pero hay algo a lo que le pone un especial cariño y es a la confección del traje que cada año le hace al Niño Jesús en la antesala de la Navidad. Este año ha sido generosa y en vez de hacerle un traje le ha confeccionado tres con unas manos y una imaginación prodigiosas. En estos días  ha terminado los tres trajes, uno en rosa raso con encajes y bordado con hilo de oro, otro de raso blanco bordado con hilo de oro y el último de encajes color de carne claro bordado también con hilo de oro. Con una aguja minúscula que enhebra con gran destreza y sin gafas ha confeccionado para cada traje su vestido, capa, enaguas, zapatos y braguitas con el deseo de que el Niño Jesús los pueda estrenar cada día de las navidades. Una ilusión que mantiene viva y agarrada a la vida a esta autodidacta nonagenaria que trabaja a diario entre 12 y 14 horas y que ha visto cumplido su gran deseo que era montar en la buhardilla de su casa sita en Plaza de la Constitución de Lopera su particular museo de arte Naif (con más de 350 cuadros) muñecas de lana y fieltro (300 muñecas diferentes), bolsos y complementos (300 elementos) del reciclado de bolsas de plástico de colores etc. Pero sin lugar a dudas lo que más le llena a nuestra querida Ángela es el poder compartirlo con los demás por eso su casa siempre está abierta para todo el que desee contemplar las obras de arte que esta loperana ha conseguido reunir en los últimos 18 años, eso si antes de abandonar la casa sólo le pide al visitante que le escriba algo en su libro de visitas, al que luego le da repasos para ver desde que lugar han venido a ver su entrañable museo.

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