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José Luis Pantoja Vallejo

Una estampa costumbrista: la quema de ramón. Una labor agrícola venida a menos en Lopera

Una estampa costumbrista: la quema de ramón. Una labor agrícola venida a menos en Lopera

Por José Luis Pantoja Vallejo - Cronista Oficial de la Villa de Lopera

Terminada la recolección de la aceituna en los "tajos", se procede a la corta. Las ramas cortadas al olivo, el ramón, se quema entre las claras de los olivos, o las camas, como se las denomina también. Este trabajo hay que hacerlo con sumo cuidado, teniendo en cuenta el viento que sopla para evitar que se puedan prender los olivos circundantes con la hoguera que se forma. Ésta  es una  labor agrícola venida a menos en nuestra provincia que sirve para eliminar las ramas procedentes de la corta, no así los palos, que se venden, convenientemente cortados, o se emplean para el fuego doméstico. A continuación recogemos una entrevista al agricultor Lucas Vallejos Casado, uno de los últimos agricultores que siguen quemando ramón en Lopera en el pago "El Caño"y que nos habla sobre los pormenores de esta vieja labor venida a menos en los últimos años.

¿Cuándo comienza la quema de ramón y que duración tiene? 

Comienza cuando finaliza la campaña de la aceituna y se inicia la poda del olivo. Suele variar en función de la duración de la campaña de la aceituna. Normalmente suele comenzar a mediados de febrero en adelante y tiene una duración entre 20 y 30 días, aportando un buen número de jornales en el campo. 

¿Qué sistemas se siguen en la actualidad para la quema de ramón? 

Actualmente se sigue quemando el ramón de la manera tradicional a base alimentar el fuego con ramón de manera manual a través de un jornalero, o bien haciendo un claro grande en medio de una camada del olivar, a continuación varios hombres acordonan el ramón para que posteriormente el tractor con unas pinzas lo lleve al claro mencionado donde se le prenderá fuego, el cual dura varios días.  

¿Porque se está perdiendo la quema de ramón? 

En las zonas de sierra se ha prohibido esta actividad para evitar posibles incendios al estar próximos el olivar al monte. Concretamente en la campiña se sigue quemando ramón en menos cantidades que hace unos años principalmente porque se tiende a ir picando o moliendo el mismo para evitar erosiones del terreno y aportar nutriente orgánicos formando una cubierta vegetal, que es una de las normas que se están imponiendo desde la Comunidad Económica Europea.  

¿Qué motivos hay para que se tenga que quemar el ramón? 

Primero si no se quemara no se podría andar, ni labrar, ni hacer nada de las labores, ni tratamientos fitosanitarios que se hacen en el olivar. En segundo lugar para evitar la reproducción del barrenillo, plaga que sería catastrófica sino se quemara dicho ramón. 

¿Qué alternativas hay a la quema de ramón? 

En la actualidad se está imponiendo la maquinaria agrícola y en concreto en muchas fincas se ha adquirido una picadora (bien de martillo o de alimentación). La de martillo no necesita trabajadores, sólo se basta con acordonar el ramón en la “cama” y el tractor hace el resto; en cambio la de alimentación  necesita a dos trabadores para que  introduzcan el ramón en la máquina, lo muelen y bien se deja en el propio campo como corteza vegetal o también se puede recolectar para transformarlo en biomasa.

 

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