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José Luis Pantoja Vallejo

La Guerra Civil reclamo turístico para Lopera

La Guerra Civil reclamo turístico para Lopera

Por José Luis Pantoja Vallejo - Cronista Oficial de la Villa de Lopera

Lopera y su vinculación con la Guerra Civil genera turismo. La Batalla de Lopera librada en las navidades del 1936 no cesa de ser una buena plataforma para que Lopera sea cada vez más conocida y visitada por grupos de turistas de toda España y del extranjero. Primero fue la edición del videojuego de la Batalla de Lopera hace unos meses y ahora la elección de su plaza mayor como lugar para filmar algunas escenas de la película “La Mula” del director Michael Radford, está trayendo consigo un ir y venir de turistas de toda la geografía nacional interesándose por los escenarios donde  se va a rodar la película. Dentro de unos días está previsto que visiten Lopera un grupo de 50 personas de una Asociación de Francia compuesto por brigadistas, hijos, nietos y familiares de los miembros de las Brigadas Internacionales que participaron en la Batalla de Lopera, que tiene gran interés por conocer donde murieron sus familiares en defensa de la república y de paso también visitar los espacios donde se rodará la película de la Mula que en estos días la empresa de escenarios Moya de Madrid se está encargando de cambiar toda la fisonomía de la plaza de Lopera y de sus casas para trasladarla al último año de la guerra que es donde está ambientada la película. Si todo trascurre con normalidad el próximo día 23 de septiembre se comenzará el rodaje de la película La Mula que cuenta con un excelente reparto de jóvenes actores como María Valverde, Mario Casas, Secun de la Rosa, Jesús Carroza etc. La obra del jienense Juan Eslava Galán está ambientada en  los últimos meses de la contienda y narra las peripecias de Juan Castro, un cabo acemilero que lucha en el bando nacional en el frente de Peñarroya (Córdoba). Una tarde, Juan encuentra una mula extraviada en medio del campo de batalla y decide hacerla pasar desapercibida, con intención de quedársela al final de la guerra. Le pone de nombre Valentina. Su amigo de infancia, el Chato, será su cómplice. Este será el punto de partida de una aventura insólita, un delirante recorrido que pondrá de manifiesto las paradojas a las que conduce el conflicto bélico. A través de la figura de Juan Castro, más preocupado por sus avances en el terreno amoroso que por la progresión del enemigo, se nos ofrece una visión insólita de la guerra civil. La mula es una denuncia de la guerra -la peor parte siempre se la llevan los mismos- y pone en evidencia las artimañas de los poderosos. Pero, en medio del fragor de las balas y los discursos solemnes, hay espacio para el humor, el sexo, el amor y, cómo no podría ser de otra manera en una historia de guerra, para la camaradería y la solidaridad entre soldados.

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