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José Luis Pantoja Vallejo

Leonor Salas García. Una mujer muy trabajadora y generosa

Leonor Salas García. Una mujer muy trabajadora y generosa

Por José Luis Pantoja Vallejo - Cronista Oficial de la Villa de Lopera

El recuerdo vivo de Leonor Salas García sigue muy presente en sus familiares, amigos y vecinos de Lopera a pesar de que su fallecimiento tuvo lugar ya hace algunos años. Leonor fue una mujer de gran vitalidad que dedicó su vida al cuidado de sus cinco hijos. Fue la mayor de una familia de 5 hijos (Leonor, Petra, María, Andrés y José), sus padres fueron Eduardo Salas Carrasco y Carmen García Molina. En 1929 se casó con el novio de toda la vida, Francisco Galán Vera, fruto de cuya unión nacieron cinco retoños, Isabel, José, María, Rafael y Eduardo. Los años de Guerra Civil Española los pasó junto a su familia en Úbeda. Tras la Guerra Civil volvió a Lopera y  ayudó a su familia en las tareas agrícolas de la recogida de la aceituna en el pago de Las Matillas de Torres. Asimismo la familia se trasladaba durante el verano a los típicos melonares que se plantaban en las afueras de Lopera en los pagos de la Vega, Las Huerfanas o los Cuatro Caminos. Allí pasaba la familia una larga temporada en torno a una choza con sus animales (gallinas, conejos etc.) hasta recoger la cosecha de melones que luego eran vendidos en pueblos de los alrededores como Villa del Río o Arjona. También había costumbre de vender parte de la cosecha a corredores que venían  Lopera con camiones. Esta era una fuente de ingresos muy importante para la economía familiar. Sus ratos libres además de dedicárselos a su familia, también los empleaba en el cuidado de sus flores y a la costura de todas prendas familiares y era una gran aficionada a los toros y al cine que por aquel entonces se proyectaba en el patio de armas del Castillo de la Orden de Calatrava. Por las tardes-noches a diario su hijo Rafael le leía novelas como “El médico de los pobres”, “El hijo de la obrera” etc. Ya que no sabía leer. Leonor fue muy devota de la Virgen de la Cabeza y siempre que pudo le gustaba ir a la romería del Cero del Cabezo, donde le gustaba bailar. Se fue al otro mundo conociendo a 6 nietos (Loli, Pedro, Francisco, Antonio, Maria José y Leonor), por los que sentía gran cariño y con los que le encantaba pasar buenos ratos. Fue una mujer participativa dispuesta siempre a ayudar dentro de sus posibilidades a todo aquel que lo necesitaba y sobre todo muy trabajadora y generosa. Era una mujer muy apreciada y querida por todos sus vecinos. Su memoria permanecerá siempre viva en el recuerdo más íntimo de todos sus descendientes.

 

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