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José Luis Pantoja Vallejo

Germán García Criado. Fue un gran profesional del volante.

Germán García Criado. Fue un gran profesional del volante.

Por José Luis Pantoja Vallejo - Cronista Oficial de la Villa de Lopera

El recuerdo vivo de Germán García Criado sigue muy presente en sus familiares, amigos y vecinos de Lopera a pesar de que su fallecimiento tuvo lugar ya hace algunos años. Fue el más pequeño de una familia de cinco hijos, sus padres fueron Germán García Luque y Concepción Criado García. En el año 1948 se casó con  Pilar Santiago Gutiérrez y fruto de cuya unión nacieron 5 hijos, Germán, Benito, Antonio, Conchi y Maria del Carmen. Desde muy niño Germán se sintió atraído por los coches y todo lo que estuviera relacionado con ellos, de ahí que uno de sus juegos favoritos era estar en el taller rodeado de herramientas de todo tipo. A la temprana edad de 14 años ya sabía conducir. Por eso a lo largo de su vida Germán se dedicó a lo que era su gran pasión, el volante. En primer lugar trabajó con su hermano José (Pepe el de Germán) con su propio camión y posteriormente como taxista en Lopera, oficio al que dedicaría el resto de su vida. De esta etapa es muy recordado por sus vecinos de Lopera, pues no en vano por su taxi SEAT 1500 gris se desplazaron muchas familias hasta Jaén para ir a al médico e incluso algún retoño que otro vino al mundo en el taxi de Germán. También vivió muy de cerca el éxodo masivo de loperanos que tuvieron que emigrar en busca de una mejor vida a Madrid, Barcelona o cualquier punto de la geografía española y lo hacían con el taxi de Germán. También Germán estuvo durante muchos años siendo el taxista de D. José Maria Orti Meléndez-Valdés, al que acompañaba a los Concursos de Pájaros y Canaricultura que se celebraron en Madrid y en otros viajes por el resto de España. Sus ratos libres además de dedicárselos a su familia, los empleaba en la puesta a punto de su taxi en los talleres de Morales, aquí   el mismo era el encargado de arreglar todo tipo de averías que se le presentaban y no tenía horas, puesto que siempre estaba dispuesto a realizar cualquier viaje cuando alguien lo necesitara. A diario se pasaba por las noches por las tabernas de Tomás y Pileta, donde se apuntaba la gente y reservaba algún asiento de su taxi y así sabía si tenía para el día siguiente viaje a Jaén o bien a Andújar. La última parte de su vida como taxista tuvo que convivir con el duro competidor del autobús, aunque la gente nunca dejó de solicitar sus servicios, pues era una gran profesional del volante. Aún estando enfermo siempre tuvo la esperanza de volver a conducir su taxi de ahí que nunca llegó a vender la tarjeta de taxista y menos aún su taxi que siempre mantuvieron incluso después de muerto sus hijos.  Su vida estuvo marcada por ser un hombre que se desvivía por su familia y también tenía gran devoción por los siete  nietos que llegó a conocer (Germán, Juan Antonio, Miguel Ángel, Esther, Gustavo, Ana Pilar y Sole)) con los que les gustaba pasar buenos ratos siempre que venían a Lopera a visitarlo y lo querían mucho pues era un abuelo muy bueno. Fue un hombre muy trabajador  y formal. Además se preocupó de darles a sus hijos unos estudios, en unos tiempos difíciles, sin disponer de otros medios, nada más de que su trabajo y el apoyo de su esposa que siempre estuvo pendiente del teléfono por si alguien lo llamaba para realizar algún viaje. Su  memoria permanecerá siempre viva en el recuerdo más íntimo de todos sus descendientes.

1 comentario

lourdes -

esta muy bien el homenaje que le habeis hecho al abuelo de mi primo manuel jesus que por desgracia no pudieron conocerse aunque fuera slo 1 dia por lo menos para que german viera a mi primo lo grande y guapo k se esta haciendo de parte de toda su familia!!GRACIASS!!