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José Luis Pantoja Vallejo

Apuntes para la historia del Anís Cañero, elaborado en Lopera.

Apuntes para la historia del Anís Cañero, elaborado en Lopera.

Por José Luis Pantoja Vallejo - Cronista Oficial de la Villa de Lopera

Con anterioridad a la Contienda Civil Española, llegó a funcionar en Lopera un alambique o fábrica de aguardiente, que fundó Aurelio Palomo Peláez. La misma estuvo ubicada en la calle San Sebastián, 76 (hoy Sor Ángela de la Cruz). El encargado de la fabricación del anís fue Juan Rafael Criado Acosta, el cual por las noches quemaba el alcohol en el alambique para transformarlo en anís dulce y seco. La fábrica contaba además con dos viajantes, Benito Bellido y José Alcalá que distribuían el anís por las provincias de Jaén y Córdoba. Posteriormente el alambique cambió de dueño y pasó a manos de Rosendo Gracia Del Pino.  El anís tomó como marca comercial a uno de los rejoneadores con más prestigio de la época, Antonio Cañero, (un capitán de Caballería, perteneciente a una familia de gran tradición ecuestre que, por primera vez en 1921, en el transcurso de una corrida, efectuó una lidia a caballo a imagen y semejanza de la protagonizada por matadores, es decir, dividida en tres tercios, rejones de castigo, banderillas y rejón de muerte, aunque este último fue sustituido a veces por la muleta y el estoque). Así se llegó a embotellar en botellas de medio litro y de ¾ de litro, llevando impresa en su etiqueta una instantánea de Antonio Cañero con su caballo. El propio Antonio Cañero llegó a conocer el anís que llevaba su nombre, pues participó en un Festival Taurino a beneficio del paro obrero que había en Lopera, que tuvo lugar en Lopera el 31 de agosto del año 1934, a una hora muy taurina, a las 5 de tarde. En este Festival Taurino que tuvo como coso improvisado la plaza del ayuntamiento, también salió con su caballo de lunares, el niño Benito Valenzuela, que iba junto a Antonio Cañero y de aquí le quedó el cariñoso apodo de “Cañerillo”. Curiosamente hemos podido saber que aquel caballo le fue requisado unos años más tarde por un tal Ignacio “El Tigre”, pues para poder alistarse y marcharse al frente con el bando republicano, el Capitán Molina que visitaba todos los pueblos decía que “si os queréis venir conmigo buscar un caballo”.  El anís Cañero se vendía tanto en el alambique a granel  al precio de 39 pesetas la arroba, como en las distintas tabernas de Lopera. La copa de anís Canero se vendía en la taberna de Casa Pimpanito en la plaza del ayuntamiento a  perrilla o 5 céntimos la copa.  Una costumbre que había en nuestro pueblo era la de acudir todas las mañanas a la plaza del ayuntamiento para ver si “te salía amo”, o sea trabajo. El capataz o encargado se acercaba a unos corrillos de jornaleros y entablaba conversación con ellos y le preguntaba si estaban trabajando, la contraseña entre el capataz y el trabajador  era la de pisarle en el pie, el primero al segundo, de esta manera el capataz se evitaba el compromiso y el problema de decir a unos si y a otros no.  También se aprovechaba para cobrar el jornal del día anterior, que antes de la guerra era de 4 pesetas o 16 reales. Normalmente el capataz daba un duro al trabajador, este iba a la taberna se tomaba una copa de anís Cañero y le cambiaban el duro, posteriormente le devolvía al capataz la peseta que sobraba del jornal.  Anís Cañero también tuvo que competir con los aguardientes de la época, para ello no escatimó en propaganda. Un año regaló por navidad a todos sus clientes una pipa de fumar, la cual llevaba en uno de sus laterales un pequeño orificio a través del cual se podía ver la figura de Antonio Cañero con su caballo. Para las mujeres también regaló una pequeña bandeja con fondo azul donde iba rotulado “Anís Cañero”.Tras finalizar la Guerra Civil y al morir su último dueño, Rosendo Gracia del Pino, la fábrica se abandonó y tenemos constancia que fue incluso saqueada por unos desaprensivos como se desprende del siguiente documento que se ha conservado dentro de la Correspondencia General del año 1943 que se custodia en el  Archivo Municipal de Lopera y que fue remitido por el Juez Municipal, Pedro Revuelta, al alcalde de Lopera, Pablo Ruiz Haro en los siguientes términos: 

“Para dar cumplimiento a una orden de la Superioridaddimanante del sumario nº 34 de 1943 sobre robo de calderade Destilería de aguardientes, un serpentín, diez metros detubo de cobre y una puerta de hierro del horno y resto deuna bomba para elevar agua, cuyos efectos pertenecieronal finado Rosendo Gracia del Pino, ruego a usted se sirvadisponer por los Agentes de su autoridad, se practiquenactivas diligencias en averiguación de quien sea el autoro autores del hecho, procediendo a su detención, así comoa la de sus ilegítimos poseedores, poniéndolos a mi dispo-sición en este arresto y dando en todo caso inmediatacuenta del resultado de sus gestiones. Lopera a 30 de marzode 1943. El Juez Municipal” 1    

Pleitos con la venta de aguardiente o anís “Cañero”        

Del periodo que estuvo funcionando el alambique se conservan en el Archivo Municipal de Lopera algunos pleitos relacionados con algunos morosos que no cumplían con los pagos de los aguardientes que retiraban de la fábrica. Algunos de ellos fueron los siguientes:              

20-XI-1924      “Juicio verbal entre, Aurelio Palomo Peláez y el  vecino Arjonilla, Antonio Cledera Jándula al   deberle éste la cantidad de 315 pesetas de los  aguardientes retirados de la fábrica del primero”  

26-III-1933        “Juicio Verbal entre, Aurelio Palomo Peláez y  Manuel Toribio Chueco, por adeudo de 170 pesetas y 5 céntimos de aguardientes retirados de la fábrica del primero”         

 7-X-1933            “Juicio Verbal entre, Rosendo Gracia del Pino fabricante de anisados con Regino Morales Vate, vecino de Fuencaliente (Ciudad Real) por  adeudo de 21 pesetas de géneros retirados de  la fábrica del primero”       

7-X-1933              “Juicio Verbal entre, Rosendo Gracia del Pino con Benigno Díaz Ramírez, vecino de Fuencaliente (Ciudad Real) por adeudo de 50 pesetas y 50 céntimos de aguardientes retirados de la  fábrica del primero”        

7-X-1933               “Juicio Verbal entre, Rosendo Gracia del Pino,  fabricante de anisados, con Teresa Cerezo Molina, vecina de Villanueva de Córdoba, por adeudo de 98 pesetas y 80 céntimos de una remesa de anisados retirados de la fábrica del  primero.”       

30-XI-1934         “Juicio Verbal entre, Rosendo Gracia del Pino fabricante de anís, contra Eugenio Peláez Gutiérrez, vecino de Porcuna, para que le abone la cantidad de 133 pesetas, que le adeuda por anisados retirados de la fábrica del primero”         

30-XI-1934           “Juicio Verbal entre, Rosendo Gracia del Pino fabricante de “Anís Cañero” con Antonio Quero Grande, vecino de Porcuna, para que le abone la cantidad de 425 pesetas y 95 céntimos de los géneros retirados de la fábrica del primero”         

30-XI-1934                 “Juicio Verbal entre, Rosendo Gracia del Pino con Bernardino Casado Hueso, para que le abone 231 pesetas y 40 céntimos que el  adeuda de géneros retirados de la fábrica del primero”.2                                 



1 Archivo Municipal de Lopera. Sección Secretaria. Correspondencia General 1943 U.I. nº 28

2 Ibidem. Juzgado de Paz. Juicio Verbal de faltas. U. I.    603-612

 

3 comentarios

Jose Canero -

Gracias por su investigacion, yo tambien soy pariente de D. Antonio Canero, mi abuelo era primo de D. Antonio, soy cubano pero me he criado en EEUU, donde vivo hace 38 anos. Tengo un gran amor por Espana pues mi padre era espanol y voy casi todos los anos. Tambien quisiera tener la oportunidad de conseguir una de las pipas.
Una vez mas gracias.
Jose Canero
canero110@hotmail.com

Pablo Antonio Giambroni Cañero -

Muy interesante la nota. Soy el sobrino - nieto de Antonio Cañero (hermano de mi abuelo). Desearía poder conseguir una de esas pipas. Vivo en Argentina y dejo mi mail para el contacto. Gracias.
pagc1971@hotmail.com

Manuel Merino Valenzuela -

Extraordinaria, como siempre, la investigación y la documentación que aportas para conocimiento de nuestra historia, Sr. Cronista. Una anecdota me permito aportar al mencionado documento, a saber:
En el documento grafico que figura al principio, que debe ser de 1.933, año en que Rosendo Gracia del Pino pasa a ser el titular de la destileria, figura un numero de telefono, el 62. Pues bien, en el año 1957 mi padre contrató una linea de telefono y le concedieron el numero 71. Curioso ¿verdad? durante 24 años en Lopera se instalaron solamente 9 telefonos. ¡Que tiempos!